HD85512b, así se llama el nuevo planeta que se ha descubierto a una distancia relativamente cercana a nuestra Tierra, a 36 años luz.
Por lo que se ha podido observar en el Observatorio Europeo del Sur, en Chile, los astrónomos del Instituto Max Planck y Centro de Astrofísica de Harvard-Smithsonian explican varios de los motivos por los que este planeta podría albergar vida.
El nuevo cuerpo celeste descubierto tiene una órbita muy estable y casi circular alrededor de una enana naranja, esto parece indicar que tendrá también un clima muy estable, y además este tipo de estrella, aunque más madura que el Sol, también es mucho menos propensa a tener actividades violentas que puedan llegar a desestabilizar el citado planeta.
El que la estrella de este sistema solar sea más madura que el sol también significa que este sistema planetario pueda tener unos mil millones de años más que el nuestro, por lo que es tiempo más que suficiente para que la vida se pueda haber desarrollado.
Pero los puntos más destacables por los que se cree que podría albergar vida el HD85512b son otros.
El planeta recientemente descubierto, como ya hemos dicho, orbita alrededor de una enana naranja, pero dentro de lo que se llama “franja de habitabilidad”, como su propio nombre indica, esta franja está situada a una distancia, ni muy lejana a su estrella para que no llegue su calor, ni muy cercana, por lo que la temperatura sería idónea para albergar vida, y que se pudiera encontrar agua en estado líquido en su superficie.
Su tamaño es como de 3’5 veces la Tierra y por esto se puede saber que su atmósfera podría estar compuesta por nitrógeno y oxígeno, en vez de helio e hidrógeno que es lo que suele abundar en los planetas gigantes, por lo tanto también por atmósfera crecen las posibilidades de habitabilidad.
Con este nuevo planeta descubierto en la constelación Vela, son tres ya los descubiertos que podrían albergar vida, como Gliese 581g, y Gliese 581d que se encuentran a tan sólo 20 años luz de nuestro planeta y que giran alrededor de una enana roja llamada Gliese 581 en la constelación de Libra.
Lo que antes se buscaba eran planetas similares a la Tierra porque se creía que era la única forma de que pudieran los planetas ser habitables, pero estudiando este exoplaneta los científicos han descubierto también que “un planeta totalmente distinto al nuestro pueda ser perfectamente habitable”.
Todo un hallazgo, sin lugar a dudas.