“El sótano” de Begoña Huertas es una novela perturbadora y fascinante. La narradora, Nuria Mediavilla, se encuentra sufriendo una dolencia inespecífica y decide ingresar en una clínica de lujo para tratar de recuperarse. Allí se rodea de un selecto grupo de pacientes que, como ella, se entregan a los tratamientos que les suministran en el sótano del edificio. Entre sus compañeros se encuentra Rubén, que actúa como maestro de ceremonias, y su mujer Dolores, con quien la protagonista entabla una amistad incierta. También la señora Goosens y su sobrino Adolfo, que parecen sanar y empeorar, respectivamente, a ritmos sospechosos.
La protagonista comienza a dudar de la efectividad de los tratamientos y se plantea la posibilidad de que su enfermedad sea en realidad una forma de disolución de su identidad. A medida que va descubriendo las dinámicas del grupo, se siente obligada a elegir entre la soledad o la tiranía, y los recelos empiezan a emerger. La novela plantea preguntas sobre la naturaleza de la enfermedad y la salud, y sobre la necesidad de elegir entre aferrarse o dejarse ir.
La narración es anómala y fascinante, y la novela se construye con la libertad y precisión de un collage. Fundada sobre los cimientos de Lucrecio y su obra “De la naturaleza de las cosas”, la autora compone una novela negra abstracta, lírica y filosófica, que hace una apuesta total por el impulso creativo. Críticos han elogiado la obra como “una límpida aventura en espiral, piel adentro, del cuerpo enfermo a la valentía de no desear nada más” y “un libro extraordinario sobre lo inevitable”.