
Los gemelos y el «ruido molesto»
De acuerdo al libro sagrado, Ixpiyacoc e Ixmucané, dioses del supramundo, tuvieron dos hijos gemelos: Hun-Hunahpú e Vucub-Hunahpú. Al parecer, los hermanos pasaban sus días jugando a los dados, o con un balón de caucho.

Los encuentros se realizan en la tierra, la cual estaba de camino a Xibalbá (inframundo), lugar donde habitaban los Señores de Xibalbá. En el Popol Vuh, éstos son descriptos como los causantes de los males de la humanidad.

El desafío en Xibalbá
Una vez que los señores acuerdan matar a los hermanos, envían 4 búhos mensajeros hacia la tierra, lugar donde los gemelos solían jugar. Allí se enteran del desafío y deciden aceptar.

Luego de ser decapitado, la cabeza de Hun-Hunahpú fue colocada junto a un árbol de jícaro. Según el Popol Vuh, este árbol jamás había dado fruto en la zona, sin embargo, una vez colocada la cabeza se llenó de ellos.
Pronto, esta maravillosa historia llegó a oídos de Ixquic, hija de un señor del inframundo. Desobedeciendo la advertencia de su padre, ésta fue a comprobar por sí misma el milagro. Una vez allí, mientras contemplaba el objeto de su viaje, se le apareció Hun-Hunahpú en forma de calavera. Mientras dialogaban, él le pidió a la princesa estirar su mano cerca del árbol. Cuando ella lo hizo, la calavera escupió sobre su mano, quedando embarazada.

La venganza de Hunahpú e Ixbalamqué
Tal como en el ciclo de los planetas, en la cosmovisión maya los ciclos se repiten. Así entonces, ambos gemelos repetirán, en parte, la historia de su padre.
Cuenta el Popol Vuh, que un día los hermanos lograron capturar a un pequeño roedor que solía asolar sus cultivos. Rogando por su vida, el roedor promete contarles que ocurrió con su padre y su tío, además de donde éstos guardaban su balón y todo aquello que usaban para jugar.
Poco tiempo después, al igual que la historia de su padre, los ruidos molestos, lograron enfadar a los Señores de Xibalbá, provocando que éstos reten a los jóvenes a un encuentro en Xibalbá. Los gemelos aceptan, y emprenden el camino con los tocados y atuendos usados por su padre y su tío.
Lo que sigue después, es una historia similar, la cual incluye nuevamente una decapitación, esta vez Hunahpú. No obstante, Ixbalamqué recibe ayuda de los animales, su hermano resucita y logran sobreponerse a las trampas de los señores. Finalmente los vencen, posibilitando la venganza de sus antecesores. Según la leyenda, cuando el mundo dio su primer aliento, Hunahpú se convirtió en la luna e Ixbalamqué en el sol, simbolizando el ciclo del triunfo de la luz sobre las tinieblas.
Bonito juego, ubiese estado bien que ubiera perdurado hasta nuestros deías.
[…] período preclásico tardío (cronología maya, siglos IV a. C. al siglo II d. C.). La cancha El juego de pelota fue practicado, con variantes, por gran parte de los pueblos que habitaron desde el sur de México […]
[…] período preclásico tardío (cronología maya, siglos IV a. C. al siglo II d. C.). La cancha El juego de pelota fue practicado, con variantes, por gran parte de los pueblos que habitaron desde el sur de México […]