¿Has visto que cada vez hay más turistas chinos en agosto por España?
No, esos que van por ahí con las cámaras de fotos y que llevan visitando los sitios turísticos toda la vida, no. Esos son japoneses. Me refiero a chinos de la China.
QUIEN QUIERE COMPRAR EN CHINA, QUE LEVANTE LA MANO
Los conocíamos por sus restaurantes y por sus tiendas online y offline, pero ahora se lanzan a la conquista del mundo también como viajeros. Pero no creamos que China solo representa productos baratos y cutrecillos. Otra vez equivocados estamos si pensamos así.
Comprar lujo en China es todavía más costoso que hacerlo en España. Por ejemplo, un bolso de Louis Vuitton cuesta unos doscientos euros más en China que aquí.
QUIEN QUIERE COMPRAR EN CHINA, QUE LEVANTE LA MANO: Los turistas chinos vienen a comprar barato ¿te lo crees?
Esa es una de las razones por las que los turistas chinos vienen a España y a otros países de Occidente. Fíjate por donde no nos lo podíamos imaginar, resulta que para comprar cosas baratas. Si no lo veo, no lo creo. Para los turistas asiáticos el irse de compras es muy importante a la hora de seleccionar destino.
Los chinos turistas se gastan más o menos el treinta y tres por ciento del dinero que se llevan de viaje en compras. Y las capitales europeas son sus favoritas. No olvidemos que la clase media urbana china son unos doscientos millones de personas, o más. Claro está entonces que son muchas cosas las que les salen más baratas que comprar en China.
QUIEN QUIERE COMPRAR EN CHINA, QUE LEVANTE LA MANO: Los “ciudadanos” europeos compramos en China.
Pero otra cosa es lo que nos interesa a nosotros, “ciudadanos” europeos. Lo de entrecomillar lo de ciudadanos ya lo explicaré algún día en otro post.
Tiene que ver con lo escandalizado que estoy de comprobar como los grandes medios de comunicación intervienen de forma decisiva en la política de un país hasta tal punto de torcer lo que hemos votado los ciudadanos. Si bien, amigos, ese es otro tema…
QUIEN QUIERE COMPRAR EN CHINA, QUE LEVANTE LA MANO: Chinos extremeños a muy buen precio.
El caso es que si quieres un móvil que valga casi para lo mismo que un iPhone pero que cueste tres veces menos, hay que comprar en China. Online. O en Extremadura. Donde mucha gente llegó a creer que podía comprar un aparato autóctono. Tan autóctono como una bellota. Bueno como un IPhone. Tan falso como un antiguo presidente de un país de cuyo nombre a veces no quiero ni acordarme.