¿Puede el 5G sustituir de verdad al TETRA?
Entre la seguridad, la tecnología y la eterna desconfianza en lo nuevo
Es octubre de 2025 y sigo preguntándome lo mismo que hace un par de años: en la batalla entre el robusto sistema TETRA y el brillante universo del 5G, ¿quién tiene realmente la sartén por el mango? La respuesta, créeme, no es tan simple como elegir entre el vinilo y Spotify.
La tecnología TETRA lleva décadas siendo la espina dorsal de las comunicaciones críticas: policías, bomberos, ambulancias, militares… todos confiaban (y confían aún) en esas redes cerradas, discretas y a prueba de catástrofes. Luego apareció el 5G, con su promesa de velocidad ultrarrápida y latencia mínima, como el nuevo mesías que venía a resolverlo todo. Pero, ¿qué ocurre cuando la seguridad no se mide en gigabits por segundo, sino en vidas humanas?
Origen: ¿TETRA Vs 5G En Comunicaciones Críticas: Quién Manda Hoy? – ZONA SEGURA
¿Por qué TETRA sigue vivo cuando todos hablan de 5G?
La pregunta suena como un déjà vu tecnológico: ¿no iba a desaparecer el fax hace veinte años? ¿no íbamos a dejar de usar la radio FM en la década pasada? Pues con TETRA ocurre lo mismo: resiste, se adapta y, de alguna manera, sigue siendo imprescindible.
Cuando uno habla con policías o bomberos, te lo dicen sin rodeos: “Lo que yo quiero es que al apretar el botón se escuche siempre”. No les importa si el sistema puede transmitir en 4K o mandar memes de gatitos. Les importa que funcione siempre, incluso en medio de un apagón o de un ataque informático.
“En seguridad, lo retro es sinónimo de confianza”.
El brillo seductor del 5G frente a la sobriedad del TETRA
Ahora bien, no nos engañemos. El 5G tiene un magnetismo innegable. Su velocidad, su capacidad para conectar miles de dispositivos, su promesa de baja latencia… parece diseñado a medida para un futuro donde hasta las farolas y los semáforos hablen entre sí.
Imagina un coche de policía transmitiendo vídeo en directo a la central, un dron de emergencias enviando imágenes térmicas en tiempo real o un quirófano móvil conectado con especialistas en otro continente. Todo eso suena a ciencia ficción realizada, y el 5G se frota las manos.
El problema es que la magia del 5G depende de un actor externo: los operadores privados. Y ahí surge la eterna pregunta: ¿cederíamos la comunicación de una operación antiterrorista a la misma compañía que me corta la línea si no pago Netflix a tiempo?
Lo que oculta la batalla: dinero, control y miedo
Lo que casi nunca se dice en voz alta es que esta no es solo una disputa técnica. Es también una lucha de poder y de confianza.
Mantener redes TETRA cuesta mucho, pero garantiza control absoluto: el Estado tiene la llave, no una empresa privada. Con el 5G, la factura puede reducirse y la cobertura crecer, pero a cambio se entrega parte de ese control a actores externos. Y en el mundo de las emergencias, eso no gusta demasiado.
“La tecnología no falla; falla la confianza que tenemos en ella”.
Hace poco escuché a un responsable de emergencias resumirlo así: “Prefiero una radio con 20 años de servicio que un 5G que depende de si al operador le da por hacer mantenimiento en ese momento”. Crudo, pero real.
Cuando lo nuevo necesita disfrazarse de viejo
La paradoja es fascinante: para convencer a los cuerpos de seguridad de dar el salto al 5G, muchos proveedores intentan que la nueva tecnología se comporte como la vieja. Reproducen funciones del TETRA en sistemas 5G, simulando botones de emergencia, llamadas de grupo instantáneas o canales cerrados.
Es como si un Tesla incorporara un ruido de motor falso para contentar a los nostálgicos de la gasolina. Una especie de retro-tecnología vestida de modernidad.
Johnny Zuri:
«La modernidad siempre se disfraza de lo que ya conocemos, porque lo desconocido da miedo».
El ejemplo que nadie quiere recordar: cuando el móvil falla
Los que defienden el TETRA tienen un argumento demoledor: basta con mirar qué pasa cuando se va la luz o cae una red móvil. Tormentas, apagones, grandes conciertos, manifestaciones… ¿Quién no ha vivido la angustia de intentar llamar y escuchar solo silencio?
Eso, en emergencias, no es un capricho: puede costar vidas. Y ahí es donde el TETRA, con su aparente “antigüedad”, sigue demostrando que no todo lo moderno es mejor.
En palabras de un bombero que conocí en una jornada técnica: “Yo no quiero ver en HD el incendio, quiero que mi compañero me escuche cuando le digo que se caiga al suelo”.
¿Es posible una convivencia pacífica entre TETRA y 5G?
La gran pregunta no es si uno mata al otro, sino si pueden convivir. Y cada vez más expertos hablan de un escenario mixto: TETRA como red de respaldo y seguridad máxima, y 5G para todo aquello que requiera grandes volúmenes de datos.
De hecho, ya existen proyectos piloto donde los dos sistemas trabajan de la mano: la radio tradicional para la voz, el 5G para el vídeo, los mapas y la inteligencia artificial. Un matrimonio forzado, pero funcional.
“En tecnología, como en la vida, a veces gana el híbrido”.
Lo que esta batalla revela de nuestra sociedad
Más allá de antenas y frecuencias, esta pugna entre TETRA y 5G refleja algo muy humano: nuestra dificultad para soltar lo que nos ha dado seguridad durante años y lanzarnos a lo desconocido.
Preferimos seguir confiando en un sistema sólido aunque viejo antes que apostar ciegamente por algo brillante pero aún inmaduro. Es como seguir usando llaves físicas aunque existan cerraduras digitales: la sensación de girar el metal en la puerta nos da paz.
Johnny Zuri:
«El progreso no se mide en gigahercios, sino en confianza acumulada».
Preguntas que siguen sin respuesta
Lo confieso: después de bucear en informes, charlar con técnicos y escuchar a responsables de emergencias, sigo sin una respuesta clara. ¿Será el 5G la norma absoluta dentro de diez años? ¿O seguiremos con redes TETRA funcionando en paralelo, como esos trenes viejos que aún transportan carbón en medio de la modernidad?
Quizás la verdadera pregunta sea: ¿queremos realmente dejar todo en manos de una red que, aunque futurista, depende de gigantes privados?
Porque, al final, lo que está en juego no es la velocidad de conexión, sino algo mucho más sencillo y brutal: la confianza de que, cuando alguien apriete el botón rojo, del otro lado siempre habrá una voz respondiendo.
📌 Ideas clave
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TETRA sigue siendo insustituible en emergencias por su fiabilidad extrema.
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5G ofrece nuevas capacidades, pero depende de operadores privados.
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La solución más realista es la convivencia de ambos sistemas.
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Esta pugna refleja una cuestión de confianza más que de tecnología.